Este espacio...

...tiene como objetivo servir de vínculo entre el licenciado Jorge Brizuela Cáceres y los estudiantes de las distintas cátedras y capacitaciones que este tiene a su cargo.
Brizuela Cáceres se desempeña en tres Cátedras: Introducción a la Comunicación y Comunicación Social e Institucional (Téc. Sup. en Administración Pública - Instituto Ingeniero Otto Krause), y Planificación y Gestión de los Medios (Locutor / Productor - Instituto Alberto Mario Crulcich).
Ha sido docente de las cátedras de Introducción a la Comunicación y Comunicación Institucional (Bibliotecas y Archivos - Instituto Ingeniero Otto Krause) y de Técnicas de Comunicación (Administración Contable - Instituto Ingeniero Otto Krause).
Además dicta en la Biblioteca Mariano Moreno el Taller de Redacción y Oratoria, el Curso de Comunicación Institucional y el Seminario de Comunicación Política desde 2009.
Actualmente trabaja como periodista cultural y comunicador institucional.
¡Bienvenid@s!

lunes, 21 de abril de 2008

Autorreflexiones III - NOS, LOS COMUNICADORES

por Jorge Brizuela Cáceres


Hay una referencia tragicómica sobre el perfil de un comunicador: Casi todos los logotipos de esta especialidad refieren a un rompecabezas o puzzle. A medio camino entre talento artístico, conocimiento científico y dominio tecnológico, la comunicación define un momento de la historia en el que navegamos.

Los comunicadores riojanos, especialmente los que desarrollan su actividad en los medios de difusión masiva, sufren una problemática no tan diferente a la de la mayoría de sus coterráneos. A pesar de ello, en la especificidad, los comunicadores riojanos deben desempeñarse en condiciones bastante contradictorias.

La propiedad de los medios de difusión masiva en La Rioja en un problema existencial: Los medios privados son casi tan dependientes del poder político-económico central como los públicos. Las instituciones del Estado provincial financian en un 40% a los medios privados, y un 10% de la pauta la aportan empresas de servicios públicos privatizados. El 30% corresponde a empresas privadas y apenas un 20% a instituciones privadas sectoriales (1).

Saber quién paga es importante para qué se dice, y esto es casi un axioma en las investigaciones de opinión pública. Esto enfrenta a los comunicadores a su principal disyuntiva: El producto está dirigido al público, pero son los anunciantes quienes pagan ese producto -aún en los medios pagos como los diarios y la televisión por cable-. ¿A quién servimos los comunicadores? ¿Al pueblo o al César?

La segunda disyuntiva es el criterio con que se producen y seleccionan los contenidos. Habíamos dicho que las fuentes de información son limitadas (2), y tienen casi un sentido unívoco. Tal es la centralidad y hegemonía del poder que la agenda de temas públicos destacados suele ser dirigida casi exclusivamente desde la oficina del Vocero del Gobierno, y difundida a través de los medios públicos y de medios "pseudo-privados".

Sin intención de ser reduccionistas, la tercera cuestión radica en algo esencial para cualquier trabajador: El salario. Los sueldos son malos y pocos comunicadores gozan de condiciones de estabilidad laboral, amén de que muchos solo "ganan" por su trabajo las comisiones por la publicidad que venden. Y ni hablar de defensa sindical, pues los intentos de organizar una estructura gremial fuerte han sido reiteradamente saboteados por el poder político y hasta por los mismos comunicadores.

Ser comunicador en los medios de difusión masiva riojanos es casi una aventura, donde el juego se divide en "vendidos" -una selecta minoría-, "vencidos" -la amplia mayoría- y "resistentes" -una heroica secta-. La diferencia está en si querés hacer plata, pasarla bien o bancarte tus ideas a costa de hambre. Opciones bastantes pobres para quienes suelen ingresar a estas carreras con demasiada creatividad, bastante sed de justicia y un sentimiento de solidaridad humana.
¡Hasta la próxima!. Quedamos en comunicación...


(1) Los datos fueron obtenidos de un análisis del autor sobre la publicidad en dos medios televisivos, dos medios gráficos y cuatro medios radiales de Capital entre el 2 y el 15 de marzo de 2006. El dato no es absoluto y los porcentajes han sido redondeados.

(2) Me refiero a lo afirmado en el primer artículo de esta serie, titulado "El derecho de pensar", publicado en este mismo sitio (http://www.datarioja.com/index.php?show=2&n=270) bajo el título de "Ni revolucionarios ni reaccionarios".

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